Soy la sombra de mi muerte,
soy por la evidencia del exceso de lúz,
en Enero Nosferatu,
en Julio Agosto,
pero en verdad siempre Diciembre.
Encallamos, quedamos menos y menos,
menos árboles,
menos resacas,
menos con más o menos ágrio hedor,
siempre directos, claros,
con la fuerza de la libertad que nos enseñó el viento.
Salimos de nosotros solo a veces por las noches,
aullamos con la Luna que platina el valle,
miramos las estrellas como queriendo escapar,
somos sombras de la muerte,
escapándole al recuerdo.
domingo, 10 de enero de 2010
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